miércoles, 2 de abril de 2014

Creo que con una canción la tristeza es mas hermosa.
Creo que con una palabra puedo decir mil cosas.
Pero no creo en el circo de la información.
Toda decanta en tu amor y en mi dolor.
Creo que es mejor morir de pie que vivir de rodillas.
Creo que hoy el viento me alcanzo el olor de tu mejilla.
Creo en mi guitarra, creo en el sol ( si me cura las heridas), creo en tu voz.
Creo en la vida, en la noche, en tu alma y no creo en todo lo demás.
Creo en tu estrella, en aquella que busco en mi sueño mejor para poder luchar.
Creo que educar es combatir y el silencio no es mi idioma.
Creo en tu sonrisa, creo en mí si te veo hoy y me pedís que no me rinda, sigo por vos.
Creo en la lluvia cuando cambia el olor en mi tierra.
Creo en el mar cuando amanece abrazándose a las piedras.

domingo, 2 de marzo de 2014

He aprendido que los amores, pueden llegar por sorpresa o terminar en una noche. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos, y que por el contrario, un desconocido puede volverse alguien inseparable. Que el “nunca más”, nunca se cumple, y que el “para siempre”, siempre termina. Que el que quiere, lo puede, lo sigue, lo logra y lo consigue. Que el que arriesga no pierde nada, y el que no arriesga, no ganas. Que si quieres ver a una persona, búscala, mañana será tarde. Que el sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional. Y sobre todo he aprendido que no sirve de nada, seguir negando lo evidente.

lunes, 17 de febrero de 2014

Cuando no estás, o me encuentro en otro lugar del mundo, 
cuando no estás, me equivoco cada medio segundo, 
cuando no estás, la soledad me aconseja mal. 
Cuando no estás, no se abre el paracaídas y salto igual, 
y me pierdo en habitaciones vacías, 
cuando no estás, cuando no estás conmigo… 
Cuando no estás, la casa vacía pregunta, ¿Cuándo volverás? 
Y escribo versos crueles conmigo, 
cuando no estás,  estoy esperando que vuelvas. 
Cuando no estás, me paso el día contando minutos, 
cuando no estás, o me pierdo en un laberinto oscuro, 
cuando no estás, la soledad me aconseja mal. 
Cuando no estás, sólo espero verte llegar por esa puerta, 
lo que ocurre cuando vuelvo es que te quiero más, 
estoy esperando que vuelvas.

viernes, 14 de febrero de 2014

Eternamente enamorados…
(no es tan bueno como parece)

Efectivamente hay personas que quedan capturadas en el enamoramiento, pero eso que parece ser una muy buena noticia, suele no serlo. Porque aunque pueda parecer algo maravilloso esto de ser amado de esa manera tan idealizada, de saber que la otra persona está siempre pendiente de nuestros deseos, es necesario poner el acento en lo difícil que puede llegar a ser para alguien tener que soportar el lugar del que siempre completa al otro, del que tiene todo lo que el otro necesita.
Lo que ocurre es que hay quienes no están en condiciones psicológicas para emprender una relación sana y, entonces, cuando se les termina la novela rosa, se les termina el amor. Porque, en definitiva, la relación de amor tiene que ver con eso de poder discriminar lo que el otro tiene para dar, de lo que no tiene; y es más, a lo mejor lo tiene pero no lo quiere dar, y es su derecho.
Por eso se hace necesaria una cuota de madurez para tener ese respeto por la voluntad del otro e intentar ser feliz a pesar de esto que no puede o no quiere dar.
Cuando alguien no es respetuoso de esta dinámica, la relación se vuelve patológica. ¿Por qué? Porque va a buscar de cualquier modo lo que no obtiene y va a atormentar al otro, lo va a presionar y esto va a hacer que su pareja se siente mal, cuestionada y exigida todo el tiempo.
Pues bien, el celoso es antes que nada un sujeto que vive con la sensación de estar permanentemente en peligro; torturado por el temor de que venga otro a robarle lo que ama.
El celoso vive abrumado por esos cuestionamientos que dirige, a veces en silencio, a su pareja: ¿qué es lo que piensa, qué es lo que mira, qué es lo que siente? Tiene la necesidad de tener bajo control todos los aspectos de la persona que quiere, por el temor a que se vaya con alguien mejor. Como decíamos al comienzo del encuentro, de que le dé a otro lo que él quiere para sí.
Al hombre celoso en realidad, no le alcanza nada. Ni la sonrisa, ni el cuerpo, ni la mirada que se le entrega a él. Es como si quisiera tener hasta la exclusividad de su pensamiento y aún más. Querría tenerlo todo.
Pero, recordemos algo que dijimos en el primer encuentro: todo no se puede.
Y ésta es la tortura del celoso; o la celosa. Que no le alcanza con nada, porque lo que busca es otra cosa; lo que busca no se lo puede dar la persona que ama porque siempre querrá mas.
La dinámica de los celos: si le da su cuerpo, quiere su amor, si le da su amor, quiere sus pensamientos, si le da sus pensamientos, querrá también en sus recuerdos y seguirá, hasta que en algún momento, la pareja no va a poder darle todo, porque lo que está pidiendo es otra cosa. Algo que ni el mismo sabe qué es.
Dice Freud que nunca estamos menos protegidos contra el dolor que cuando amamos. Porque es imposible no ser un enamorado en peligro ya que, todo el que ama, corre un riesgo.
El celoso, y llegamos por fin a una primera definición, es aquel al que ese riesgo se le vuelve una tortura.

jueves, 13 de febrero de 2014

¿Los celos son una forma de demostrar amor?
(el que no cela no ama… pero el que cela es un gil)

Muchas veces ocurre que hay personas que nos han amado de verdad, que metafóricamente podríamos decir que fueron nuestras, y que sin embargo se han ido de nuestra vida para siempre, y eso no quiere decir que en su momento no haya sido un amor autentico. Lo que quiero decir es que las situaciones pueden cambiar y, sobre todo, que las cosas se pueden perder. Y remarco esto porque es algo que suele olvidarse en una relación, sobre todo cuando es duradera.
Pero en definitiva, los celos ¿son o no son una manifestación del amor?
Veamos, decimos que el otro es la razón de su vida, que solo tiene pensamientos para él y que lo ve idealizado. Evidentemente estamos hablando del lugar que alguien ocupa durante la etapa del enamoramiento.
Pero digamos que, en las personas celosas, el amor se comporta como si no pasara nunca por la etapa de desilusión y, por ende, jamás llegan a construir un amor maduro, ya que se quedan cristalizadas en el plano del enamoramiento. El otro siempre permanece idealizado, es el que vale, el objeto adorado al que se teme perder.
Los celos son, antes que nada, un modo enfermo de relacionarse. Un indicador de inseguridad y algo con lo cual hay que tener cuidado, porque ningún modo señala la presencia de un gran amor por el otro, sino una falta de amor por uno mismo.
La persona celosa no sale nunca de este lugar donde el otro es el importante y, con su amor desmesurado, condena a su pareja a la angustia permanente, porque no importa cuánto ésta le dé, el celoso nunca va estar tranquilo, porque el problema no es con el otro sino con él mismo.
La supuesta desconfianza en su pareja no es más que una proyección de la falta de confianza que tiene en sí mismo. Por usar un término frecuente, digamos que se trata de un problema de autoestima, aunque sería más preciso decir que hubo algo durante el desarrollo de la psiquis de esa persona que lo ha dejado con una fuerte sensación de desprotección.
Pero ¿por qué se da esta falencia, con qué tiene que ver?
Para explicar eso digamos que no nacemos con una personalidad, sino que ésta se construye a lo largo del tiempo y a partir de la interrelación del chico con su entorno, especialmente con sus padres. Y que es a partir de este contacto que va desarrollando un carácter y encontrando una identidad propia.
Si ustedes le preguntaran a un chico de dos o tres años ¿de quién es este juguete? Les respondería: del nene. No diría: es mío. Porque él aun no es él. No tiene algo en lo que reconozca y habla de sí mismo en tercera persona. Solo más adelante esta identidad, esta personalidad, se ira construyendo hasta que pueda decir: Mío.
Pues bien, a ese momento del desarrollo en el que se produce ese cambio psíquico que le permite a alguien reconocer un yo propio y diferenciado del resto, es al que los analistas denominamos Narcisismo y, generalmente, es allí donde puede encontrarse el origen de este tipo de inseguridades personales.



miércoles, 12 de febrero de 2014

De príncipe a mendigo
(el peligro de comerse un sapo)

Seguramente el termino desilusión pueda generar una cierta impresión negativa, pero no es esa la intención de este libro. Solo lo utilizo siguiendo la misma lógica de razonamiento que venimos compartiendo, y lo llamo así porque es el momento en el que cae ese proceso ilusorio de ver al otro como alguien maravilloso capaz de completarnos; aunque en realidad lo que sucede es que aparece una ilusión nueva pero de signo contrario: dejamos de ver lo mejor de lo que era para ver lo peor de lo que es.
¿Y cómo se da el paso entre una etapa y la otra?
El tiempo pasa y el enamorado vé que la persona que ama tiene cosas que no le gustan, que no es el ser perfecto que creyó en un primer momento, que no puede llenar todos sus anhelos y se desilusiona. Y en esa desilusión, enojado porque el otro resulto ser nada más que un ser humano, lo juzga con crueldad y, así como antes multiplicaba sus virtudes, ahora multiplica sus falencias; aunque mejor sería decir, lo que él cree que son sus falencias.
Desde el punto de vista emocional, lo primero que suele aparecer es un sentimiento de enojo, el deseo de terminar con la relación que no resulto ser lo que se esperaba y reaparece la sensación de vacío e incompletud.
Dichas estas cosas, daría la impresión que es mejor el momento de enamoramiento al de desilusión. Y puede que así sea, aunque ambos sean igualmente ilusorios. Pero lo cierto es que las dos etapas conllevan un peligro latente.

martes, 11 de febrero de 2014

El amor incondicional

Digamos entonces que para llegar al amor, siempre hay que luchar contra la desilusión, aunque cueste. Pero esto no implica que sea cualquier precio.
Dijimos que para superarla, una persona debe aceptar que el otro tiene algunas cosas que no le gustan y que no la hacen feliz. Bueno, es ahí donde aparece el tema del costo.
Hay una palabra que suele acompañar la idea del amor y que tiene estatus de noble y desintegrada, pero no es así. Es la palabra incondicional.
La mayoría de las personas suelen ver en eso algo maravilloso. Y lo dicen así: “yo te quiero incondicionalmente” o “necesito que seas incondicional conmigo”. Y lo cierto es que la incondicionalidad es una de las cosas que solemos encontrar en el núcleo de una relación enferma.
Porque la palabra incondicional quiere decir, ni más ni menos que “sin condiciones”. Entonces, amar a alguien incondicionalmente implica amarlo sin ponerle ninguna condición.

lunes, 10 de febrero de 2014

Una historia de amor, venganza y castigo

Los griegos de la época clásica, por ejemplo, localizaban el amor en otra parte del cuerpo. Para ellos, el órgano importante era el hígado. De allí el mito de Prometeo.
Prometeo, que era una especie de gigante, tuvo la idea de engañar a los dioses a favor de los humanos. ¿Qué hizo? Fue hasta el Monte Olimpo, les robo una pequeña brasa de fuego, la escondió dentro de una caña hueca, salió disimuladamente y se la regalo a los hombres, que hasta ese entonces no conocían el fuego. A los dioses no les gusto esto y decidieron castigarlo dándole un regalo.  
Los dioses, entonces, le regalan a Prometeo, y esto ya tiene que ver con algo del orden de la seducción y el amor, una mujer con una caja llena de obsequios. Seguramente la conocen; el nombre de esa mujer era Pandora y todos hemos oído hablar de la famosa caja de Pandora.
Pues bien, Pandora, que era muy pero muy bella, se presenta ante Prometeo y le entrega la caja que le obsequiaban los habitantes del Olimpo. Pero este, que no les había robado el fuego justamente por ser un ingenuo, les agradeció mucho pero dejo la caja cerrada en un rincón. La complicación surgió cuando su hermano, Epimeteo, que no era tan lucido como él, abrió la caja por curiosidad.
¿Y con que se encontró? Con que los dioses habían encerrado dentro de esa caja todas las desgracias del mundo, las que salieron no bien Epimeteo la hubo abierto. Y por culpa de ese acto, de ese descuido, y podríamos pensarlo en el sentido de un acto fallido, es que hoy existen todas las desgracias y sufrimos tanto.
“¿Todo culpa de un tonto?”, podría preguntar alguien. Sí, y quien no haya sufrido nunca por culpa de un tonto que arroje la primera piedra.
Prometeo, viendo que al abrir la caja escapaban la desdicha, el desamor y el sufrimiento, se abalanzo rápidamente sobre ella y logro cerrarla, dejando atrapada, al menos una cosa: la esperanza. De donde se deduce que para los griegos, la esperanza era una castigo mas.
Piensen si no en lo que ocurre cuando alguien es abandonado por su pareja. Les aseguro que una de las peores cosas que le puede pasar a esa persona es quedar esperanzada.

jueves, 20 de diciembre de 2012

1 año y 1 mes, 13 meses, 395 días

Mi amor, o quizás ya no mio aunque me encantaría, llegamos al final de todo esto, me parte el alma decirlo y no sabes cuanto aceptarlo. Creo que jamas voy a olvidarte, pero lo único que nos toca es que cada uno haga su vida (me duele horrores alejarme de vos). No tengo palabras para decirte, solamente dedicarte lágrimas. No entiendo como no pudo ser, di lo mejor de mi.
Hoy tengo un nudo en la garganta, y juro que te digo adiós aunque me muera por dentro, esta va a ser mi última entrada al blog porque creo que ya no corresponde que sepas cosas de mi. Espero que algún día me puedas olvidar o encuentres alguien que te ame igual porque como te ame yo es lo mas inmenso que hay en la vida. Espero que estés bien y que sigas con el pensamiento que esto fue lo correcto. Capaz que no fue lo mejor que me conocieras. Mañana me voy de viaje para olvidarte o solo para intentarlo, nunca me sentí tan amada en la vida como me sentí con vos, y creo que jamás voy a sentir un amor tan intenso como el tuyo. Me cuesta aceptarlo todavía, entendeme. Espero que todo lo que paso te ayude a pensar y lo apliques en tu vida. Lucha por todo lo que te propongas siempre que nada es imposible. Buena suerte, y hasta siempre.

miércoles, 19 de diciembre de 2012


Entiende que tú mismo te haces daño al pedirme que me aleje de tu lado. Yo he sido fiel, y he nacido para amarte pero si tú me pides que me marche, yo me iré. Hoy recordé, esos sueños construidos por los dos pero con tus celos estos sueños derrumbaste y si tú deseas que me marche yo me iré.
Me extrañarás cuando yo este muy lejos, donde ya no puedas verme, no ignores el amor, no te engañes por favor.

martes, 18 de diciembre de 2012

Estoy tan tentada a mandarle un mensaje para decirle cuanto lo amo y cuanto lo extraño, para decirle que no se vivir sin él, me cuesta horrores todo esto. ¿Pero de qué sirve si nada de esto va a cambiar? Si pienso con el corazón intentaría una y mil veces mas porque lo amo, porque es mi vida entera, y si pienso con la cabeza digo que no, que basta de esto, que me tengo que olvidar y que lo nuestro no pudo funcionar.
Me encantaría que las cosas sean tan distintas, me encantaría que sepa madurar y que pueda reaccionar, que las cosas no se solucionan huyendo como lo hizo él. Es raro que me pase esto una y otra vez a mi, que di todo por él, hice todo por él. Creo que lo que me pasa no lo puedo superar ya, es algo que la angustia me supero a mi. No me sale llorar, no me sale decir las cosas, solo me sale ser lo mas dura posible, los nervios me comen por dentro. Estoy rendida; hasta acá llegue yo. No la remo mas, esta vez a mi no me toca ese papel.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Creo que hoy irme bien lejos es lo mejor que me puede pasar, hable con varias personas del tema y termine de confirmar que tan equivocada no estoy. 
Anoche hablar con un amigo, me hizo dar cuenta de muchas cosas, entre ellas fue que tengo que empezar a pensar mas en mi que en él. Tengo que hacer cosas que me hagan bien a mi, sin importar que le pase a él, pero no lo puedo negar, me falta algo, LO EXTRAÑO, LO NECESITO.
Por momentos siento que no puedo vivir sin él, pero tengo que aprender a vivir sin él. Me da lastima, bronca, todo tipo de sensaciones por como están las cosas ahora, pero no pude elegir, en realidad NUNCA pude elegir. Me toco esto, espero poder conocer otro hombre mejor, no se si mejor pero mas maduro que yo. Tampoco sé si otro hombre, me encantaría que sea él mismo pero que halla aprendido.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Hace exactamente dos días que no me estoy levantando muy bien, sí lo extraño pero sé que esto es el fin y que esta etapa ya tiene que ser superada. Un amigo me dijo siempre el próximo va a ser mucho mejor, pero no se si quiero que haya próximo o que sea mejor. Me da bronca su cobardía, su no saber enfrentarse a las cosas, su no poder superar nada, y su no jugarsela por la persona que ama. Yo di todo de mi parte, me la jugué todas las veces que acepte que volviera, y acá estoy, mal devuelta. Dicen que el ser humano es el único ser vivo que se tropieza con la misma piedra tres veces. Y yo creo que choque con ese dicho.
Ya no espero nada de nada, las cosas se dieron así, las otras veces lo esperaba ahora ya no se si lo espero, o capaz ya sé que va a volver en uno, dos o tres meses, pero ya no se si estoy tan segura de antes de volver, ¿para qué volver? ¿para que me vuelva a dejar? ¿para que vuelva a pasar devuelta lo mismo? El problema es él, que no se sabe enfrentar a la vida, no sabe llevar una relación, igual no descarto que parte de culpa la tengo yo por haberle dado siempre todos los gustos, nunca me hice rogar y siempre volví como él quizo.
Como me enseño a amar, también me enseño a tenerle miedo a las personas, a no confiar en las personas, y sobre todo quien te ama no te hace llorar, él fue esa persona que hizo todo lo contrario. No se ni como me siento, tengo mezcla de sensaciones y creo que por sobre todas las cosas tengo una terrible desilusión. Nunca se pudo enfrentar a nadie, nunca pudo pelear por lo que pensaba y defender sus ideales, y la única que pagaba los platos rotos era yo. Jamás pudo separar las cosas, que lo que le pasaba con los padres, con el estudio era totalmente independiente de mi. Ahora se va a encontrar solo, y sé que tarde o temprano me va a extrañar de la misma manera que lo estoy extrañando yo.

viernes, 14 de diciembre de 2012


Me enseñaste que los celos son traviesos que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad .
Me enseñaste a ser pareja en libertad.
Me enseñaste que el amor no es una reja y que es mentira la verdad. 
Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda sino el que no te molesta. 
Me enseñaste que abrazada a tu cintura todo parece una fiesta.
Me enseñaste muchas cosas de la cama, que es mejor cuando se ama y que es también para dormir.
Me enseñaste entre otras cosas a vivir. 
Me enseñaste que una duda puede más que una razón. 
Se te olvidó enseñarme qué hago si no estás tú. 
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte. 

jueves, 13 de diciembre de 2012


Tal vez sera que esta historia ya tiene final, no se porque hoy te siento tan distante de mí, que a pesar que lo intento de nuevo, tal vez llegue tarde, ya no hay nada que hacer y no puedo creer que el tiempo que hemos tenido tal vez se nos gastó. Tal vez nunca no te he dado lo que tú esperabas y no estabas cuando te necesitaba, tal vez no me escuchaste, tal vez me descuidaste. Tal vez se te olvido que me amabas. 
Tal vez será que por ahora ya no hay nada que hablar, tal vez esta vez necesitamos tiempo para pensar. Que por más que lo pienso no encuentro una sola razón para seguir sin ti. Tal vez me sorprendió la vida por la espalda y tira y tira y se rompió la cuerda, tal vez nunca entendiste lo que eras para mí, tal vez yo nunca supe a quien amaba